"Soñé contigo esta noche: Te desfallecías de mil maneras
Y murmurabas tantas cosas..." (P.Verlaine)
A Carmen le bastaron cinco horas para reprocharle toda una vida a Mario. Acabo de pasar más de cien horas contigo y me muero por tener las horas necesarias para conformar una vida en la que el derecho de admisión impida la entrada a los reproches. Cien horas que son como cien vidas... y trescientos minutos desde que cerré la puerta con un te quiero en los labios.
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