martes, 1 de diciembre de 2009

Packaging

 you've changed / that sparkle in your eyes has gone
your smile is just a careless yawn / you're breaking my heart, you've changed
you've changed / your kisses are now so blaze
you're bored with me in every way / I can't understand you've changed
 you've forgotten the words I love you / each memory that we've shared
 you ignore every star above you / I can't realise you ever cared
 you've changed / you're not the angel I once knew
 no need to tell me that we're through / it's all over now, you've changed /I miss you

Me gustaría embotellar nuestras primeras miradas, los nervios, cada palabra.
Me gustaría embotellar el olor a café, a vino blanco antes del trabajo y a ti.
Me gustaría embotellar las risas, las caricias en el sofá y los besos torpes y nerviosos que pedían más y más.
Me gustaría embotellar la primera noche que fuimos uno porque me entregué a ti como nunca lo había hecho.
Me gustaría embotellar todas las noches contigo excepto en las que no estás.
Me gustaría embotellar tus canas, tus labios, tus muñecas y el tacto de tu piel.
Me gustaría embotellar la reacción de mi cuerpo cuando te acercas o cuando te alejas
Me gustaría embotellar el olor a naranja, melón o a castañas.
Me gustaría embotellar la textura de tus sábanas impregnadas de suavizante.
Me gustaría embotellarte recién salido de la ducha con tu albornoz de rizo blanco y la raya al lado como un niño.
Me gustaría embotellarte llenando la nevera de las rarezas que consumo.
Me gustaría embotellarte abriéndome la puerta con la cara llena de espuma de afeitar.
Me gustaría embotellarte cuando decías que no era un desastre.
Me gustaría embotellarte agarrándome la mano fuerte en misa
Me  gustaría embotellarte llevándome sobre tus hombros a la playa.
Me gustaría embotellarte en cada cena.
Me gustaría embotellarte en Italia.
Me gustaría embotellarte en la terraza de la 508 y  en cualquier lugar con alfombra o pared.
Me gustaría embotellarte dormido y atacante.
Me gustaría embotellarte cuando lees, cuando te subes las gafas con el dedo corazón.
Me gustaría embotellarte esperándome, soñandome, necesitandome cada día...

Me gustaría embotellar todo lo tuyo y poder guardarlo a buen recaudo, así, al menos, a uno de los dos le resultaría imposible olvidar.

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